Prueba de Vértigo

Esta prueba se basa en un reflejo entre el oído interno y el ojo o reflejo vestíbulo-oculomotor que hace referencia al movimiento ocular provocado por el estímulo del sistema vestibular (oído interno).

El movimiento de los ojos se coordina en el cerebro para permitir mantener la visión estable con una agudeza visual precisa durante el movimiento activo (durante la deambulación, sentado en un autobús, etc). En esta prueba el movimiento ocular se va a registrar utilizando unas cámaras especiales que filman el movimiento ocular.

En primer lugar se analizará la funcionalidad del ojo en cuanto a su capacidad para seguir un objeto en movimiento (seguimiento) o de dirigirse a un objeto de interés que aparece de manera súbita (sacadas).

En otra prueba se medirá el movimiento ocular al situar o al adoptar al paciente en determinadas posiciones, que en algunos casos producen mareo y vértigo pudiendo identificar de manera precisa la causa de su problema e instaurar inmediatamente en ocasiones un tratamiento.

Finalmente, en la prueba calórica se estimulará con agua caliente (44ºC) y fría (30ºC) cada oído, individualmente y de manera alternativa. En esta prueba que es una de las más importantes, se dirige agua a las temperaturas antes mencionadas, por el conducto auditivo externo. Su misión es provocar una diferencia de temperatura a lo largo de todo el hueso temporal en donde se encuentra alojado el oído interno. La sensación de mareo que acompaña esta prueba es normal, esto es, cualquier sujeto normal a quien se le realice esta prueba sufre vértigo y se registra.

Esta prueba requiere una preparación previa, y dura aproximadamente 90 minutos.