En esta prueba se registra la actividad eléctrica producto de la estimulación de neuronas de la vía auditiva, colocando una sonda que emite sonidos (tipo click, chirp o tone burst) y se colocan electrodos de superficie adheridos a la piel, a una distancia considerable, en la frente y/o vertex, en las mastoides o pabellón auricular.
Estos electrodos recogen los potenciales evocados auditivos de latencia corta, que corresponderán a la activación sucesiva de la cóclea y del nervio auditivo, en su recorrido en las diferentes sinapsis neuronales de la vía auditiva a nivel del tronco cerebral.
El registro consta de siete picos denominados (I, II, III, IV, V, VI, VII), los cuales corresponden a los diez primeros milisegundos de su recorrido. La representación anatómica de los primeros cinco picos u ondas es la siguiente: el primer pico representa a la cóclea y al nervio auditivo; el segundo pico a los núcleos cocleares; la tercera onda representa a la oliva superior; la cuarta y quinta onda representan al colliculus inferior o tubérculo cuadrigémino posterior.
Se valora la amplitud y la latencia de las ondas en cada estimulación. El trazo sufre variaciones considerables en función de la intensidad de la estimulación. A intensidades fuertes (70 a 100 dB HL), se reconocen siempre cuatro ondas (I, II, II, V). A menor intensidad las ondas se vuelven menos identificables, apareciendo solo la onda V ante estimulaciones por debajo de 30 dB. Las frecuencias ideales para hacer el estudio oscilan entre 2000 y 4000 Hz. Las frecuencias bajas no se estudian ya que son difícilmente identificables. Es indispensable hacer el estudio en el oído opuesto. Con este estudio podemos confirmar los umbrales obtenidos por una audiometría subjetiva; y podemos precisar la localización del trastorno responsable de la hipoacusia, haciendo diagnóstico diferencial entre hipoacusia de conducción, hipoacusias perceptivas (endo cocleares y retro cocleares). La desaparición de las ondas con excepción de la onda I es muy sugestiva de lesión retro coclear. También se puede realizar el hallazgo de reclutamiento.
Este examen no necesita de la participación activa del individuo, por lo que considera un método objetivo de evaluación. Como todos los métodos en audiología, las respuestas deben apoyar al examen clínico y pueden ser corroboradas con otros estudios necesarios para la mayor comprensión de la fisiología afectada.