No colocar gotas en los oídos que no hayan sido recomendadas por su médico. No utilice medicamentos sin prescripción médica. Algunos medicamentos pueden ser tóxicos para sus oídos y causar pérdidas severas de la audición. Evite las fuentes de ruido o de altas intensidades. No se exponga a ruidos por mucho tiempo y no utilice los MP3 u otros auriculares directos sobre sus orejas por más de una hora continua. Si es posible, haga recesos de la música por unos instantes después de cada canción.
Acostúmbrese a utilizar las fuentes de ruido en su casa, carro y/u oficina dentro de límites normales o bajos. El ruido es acumulativo y causa pérdida auditiva progresiva, la cual es muy molesta y no tiene cura. Si trabaja en lugar ruidoso, utilice las debidas protecciones auditivas recomendadas por un especialista. El ruido puede realizar daño a través de los oídos, así como a través de la vibración de su cuerpo. Utilice los zapatos adecuados además de los protectores auditivos y mantenga periodos de descanso dentro de la jornada de trabajo.
Si practica natación en forma continua, utilice los protectores para el agua y séquese bien los oídos después de cada baño. No se bañe en aguas contaminadas o demasiado clorinadas. Algunos médicos recomiendan utilizar una gotita de aceite de glicerina o de bebé antes del baño. Otros recomiendan echar una gotita de alcohol a 90° después del baño. Consulte con su médico antes de cualquier decisión.
Es recomendable en los niños realizar una revisión periódica de la audición desde el nacimiento y al iniciar cada año escolar, sobre todo cuando ha padecido de resfriados o infecciones de oído. Es recomendable también realizar una revisión audiológica si en la familia hay historia de algún tipo de pérdida auditiva y después de los 50 años. La audición puede ir disminuyendo con la edad. La prueba para medir la audición se llama Audiometría y debe ser realizada por un profesional idóneo.
Si padece de alguna pérdida auditiva, evite colocarse aparatos de amplificación sin la prescripción de su médico y de un fonoaudiólogo entrenado. Las pérdidas auditivas son diferentes en tipo y grado y los audífonos que se utilicen deben ser graduados en forma específica para cada persona en particular.
Un mal cuidado de sus oídos puede ocasionar pérdida de audición permanente y hasta infecciones en el Sistema Nervioso Central. Una consulta a tiempo puede salvar su audición y su vida.