Secar la parte externa de los oídos diariamente después del baño con la toalla o utilice toallitas de bebé sin alcohol. No introducir palitos de algodón u otros objetos en los conductos auditivos externos. Especialmente, evite introducir llaves, puntas de lápiz y ganchos para el cabello. Éstos pueden lacerar el conducto y romper la membrana timpánica.
Si es productor de cerumen en exceso, o forma tapones que obstruyen el conducto, realice una cita periódica con su Otorrinolaringólogo para la limpieza. Si presenta alguna secreción de sus oídos, picazón, dolor, ardor o ruidos dentro de los oídos, consulte con su médico y no se auto medique. Si padece de resfriados continuos, alergias o sinusitis, debe realizarse una audiometría o evaluación de la audición de control en forma periódica. Éstos y las infecciones del oído, son una de las principales causas de pérdidas auditivas.